NUESTRA MADRE Y SEÑORA DEL PATROCINIO (DOLOROSA)

Tras la perdida de Nuestra Madre y Señora del Patrocinio en el incendio del 26 de febrero de 1973, Luis Alvarez Duarte ese mismo año nos devolvió a nuestra «Señorita de Triana». La obra es de madera de cedro, ejecutada a semejanza de la desaparecida. 

Una imagen bellísima, de gran finura y elegancia, que repite la torsión de su cabeza hacia el lado izquierdo, y en la que destacan sus ojos oscuros, no de cristal sino pintados sobre la madera. Como la primitiva, no tiene lágrimas, pero presenta un recurso derivado de la aplicación de barniz transparente en el borde de los párpados inferiores que consigue el sobrecogedor efecto del comienzo del llanto, y con la luz de las velas da la impresión de que, de un momento a otro, las lágrimas van a comenzar a resbalar por sus mejillas. La boca casi cerrada y el hoyuelo de la barbilla junto con la encarnadura realizada al óleo, que recrea las del siglo XVIII, son otras características que ponen de manifiesto la calidad tanto del modelado como de la policromía.

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