
La Hermandad ha acometido en fechas recientes la restauración de una de las piezas pictóricas que se conserva entre nuestro patrimonio y que se puede contemplar en las dependencias de la Casa de Hermandad. Se trata de un retrato al óleo del Santísimo Cristo de la Expiración realizado en 1.940 por el pintor carmonense D. José Arpa Perea, el cual dedica y firma en el ángulo superior derecho. La intervención ha sido realizada por la restauradora Mariló Cardo Pacheco, licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Conservación y Restauración de Bienes Culturales.
La obra, de una profunda carga emotiva por su dramatismo y realismo, se encuentra dentro de las producciones realizadas por Arpa en su etapa más madura. En ella se manifiesta esa facilidad de ejecución que transmite toda su producción pictórica, donde el color va a predominar sobre la línea y el dibujo. Esta maestría la complementa con un lenguaje vigoroso y directo, una técnica audaz y depurada, unas pinceladas firmes y seguras, y una iluminación vibrante y sutil que va a generar una pintura muy personal e innovadora dentro de esa búsqueda de la luz constante que le caracteriza.
En líneas generales, la restauración ha consistido principalmente en la recuperación del plano de la obra mediante la eliminación de las deformaciones que presentaba el lienzo, las cuales estaban afectando a todos los estratos; así como en la limpieza y erradicación de la fuerte infestación de hongos existente en el reverso. También se procedió a la colocación de parches de refuerzo en roturas y desgarros; al reentelado de la obra, debido al mal estado del soporte textil; y a la sustitución del bastidor, por no cumplir este con las condiciones necesarias para la conservación del lienzo, además de presentar falta de funcionalidad y un estado muy deficiente. Además, se han llevado a cabo la consolidación y fijación de los estratos pictóricos; la limpieza química de la pintura; la reposición del estrato de imprimación de las lagunas; y la reintegración cromática de las pérdidas de color. Finalmente, la obra se ha protegido con un barniz reversible para preservarla de la humedad, la luz y los contaminantes atmosféricos.
Con respecto al marco, se ha realizado un tratamiento de desinsectación debido al fuerte ataque de insectos xilófagos que presentaba, consolidándose posteriormente los orificios y galerías; y se ha realizado la fijación de los levantamientos y los bordes de las pérdidas de dorado. Posteriormente, se procedió a la limpieza química, tanto del anverso como del reverso; a la reposición del estrato de preparación de las pérdidas; a la reconstrucción volumétrica de las esquinas; y a la reintegración de las lagunas de dorado. Al igual que con el lienzo, se protegió finalmente para su conservación.
Gracias a estas actuaciones se ha podido detener su deterioro y preservar su integridad, recuperando así el valor y el esplendor original del conjunto y garantizando su persistencia para el futuro.
